CALLE DE LOS CURTIDORES

calle de los curtidores

Hoy os queremos acercar a la Calle de los Curtidores.

Paseando por las calles de nuestros pueblos y nuestras ciudades, encontramos nombres de calles que recuerdan oficios prácticamente perdidos en el siglo XXI. Uno de los objetivos de las visitas turísticas llevadas a cabo por Segovia Imperdible es poner en valor todos esos oficios y tradiciones que se han llevado a cabo durante siglos, que no caigan en el olvido de las nuevas generaciones.

Curtidor

Es la persona que realiza curtidos de pieles, el proceso de transformar la piel en cuero, se gana flexibilidad, resistencia y perdura en el tiempo. El curtido podía ser realizado con métodos vegetales o minerales.

El lugar donde se desarrolla todo el proceso era conocido como tenería, solían estar en zonas alejadas de la población y cerca de algún rio o arroyo.

Las pieles más populares procedían principalmente de animales de 

Vacuno: se utilizaba para suelas y silleros (tipo de piel más fuerte para hacer arreos o poleas).

Equino: para los guarnicioneros. 

Ovino y caprino: se obtenía la badana, una piel moldeable, suave y fina.

Proceso de curtido

Dependiendo del tipo de piel y el uso que se le fuera a dar, podía durar varios meses. 

Las cuatro etapas más importantes del proceso de curtido de las pieles son: limpieza, curtido, recurtimiento y acabado. Se debe quitar el pelo, curtir con agentes de curtimiento y tinturar, para producir el cuero terminado.

Los pasos más importantes eran:

DESCARNAR: quitar los restos de grasa y de carne después de haberlas tenido en agua.

APELAMBRAR Y LABRAR: Las pieles se colocaban en una poza con agua y cal durante unos 15 días, después se les quitaba el pelo y pasaban a otra poza durante otros 15 días con canina (excremento de perro) o gallinaza

CURTIR O VAQUETEAR: Se ponían las pieles con agua clara y corteza de encina o pino. 

ENGRASAR: Este paso era muy laborioso, había que dar a cada una 4 ó 5 manos de grasa.

Curtidores en Segovia

Las tenerías estaban junto al río Clamores a su paso por la ciudad, empezando desde el Arrabal Grande pero las más importantes de la Edad Media estaban cerca de la judería, ya se mencionan en la época de Alfonso VIII

Gracias al historiador Francisco Javier Mosácula  y libro “El curtido de pieles en Segovia y su provincia” sabemos que de los casi 4.500 vecinos de  Segovia en 1561, unos 900 se dedicaban a la elaboración de paños, mientras que  otros 160 trabajaban en el curtido de pieles y defiende la idea Mosácula de que en la ciudad  llegó a haber  dos ‘aduanas’ para controlar todos los cueros que entraban y salían: una se situaba en la llamada Casa del Sol, y la otra en un edificio de la actual calle Escuderos.

La decadencia del curtido de pieles empezó a finales del siglo XVIII, sólo quedaban tres tenerías en Segovia capital, seis en Fuentepelayo, tres en Cuéllar, otras muchas tenerías, en localidades como Riaza, El Espinar, Villacastín, Pedraza o Sepúlveda 

De este oficio llegan expresiones como “sobar o zumbar la badana”, ¡ven a una de nuestras visitas y verás lo que significa!

 Los curtidores tenían como patrón a San Bartolomé, su fiesta el día 24 de agosto, uno de los Apóstoles de Jesús, en su martirio le despellejaron. Su iconografía son un libro y un cuchillo.

Todavía hay muchos pueblos que celebran esta avocación como es en Sangarcia

Antiguas tenerías de Segovia en el río Clamores
Antiguas tenerías junto a la muralla

Calle de los curtidores

La calle de los curtidores está situada en el barrio de Santo Tomás. En este lugar, estuvo durante más de cincuenta años una de las últimas fábricas de curtidos en Segovia, los vecinos más mayores, han trabajado en dicha fabrica y recuerdan la transformación que ha sufrido el barrio en los últimos 30 años como un paso de casi la edad media a zonas residenciales ajardinadas.